En la actualidad se habla maravillas de los equipos de QA al interior de las empresas, su rol ha sido relevante para mejorar constantemente los procesos y estructuras de negocio dentro de las compañías y su participación en las decisiones corporativas ha permitido que los productos y servicios ofrecidos mejoren la calidad y experiencia recibida por el usuario final.

Sin embargo, la historia nos demuestra que no siempre fue así y que en el pasado la calidad estaba rezagada a un simple concepto sugerido por algunos catedráticos de la época. Concepto que fue tomando fuerza al evidenciar como accidentes graves, situaciones de peligro e incluso pérdidas multimillonarias de grandes corporaciones podrían haber sido evitados si se tomaba más en serio el aseguramiento de la calidad.

Hablar de calidad es maravilloso porque se puede aplicar a todo, desde la fabricación de un helado o una cerveza artesanal hasta la creación de un microchip o el software con el que se construyen los cohetes y coches autónomos. Es por eso que los ingenieros de QA toman un papel cada vez más protagónico en la historia de las empresas, apoyando con su labor y habilidades técnicas en la generación de elementos de valor que permiten la mejora continúa de sus productos.

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Con el crecimiento escalonado de este departamento que cada vez toma más fuerza es necesario abordar también algunos aspectos fundamentales en su gestión. Especialmente por su sinergia y visibilidad como eje transversal en los procesos de manufactura de bienes y servicios.

Tomemos por ejemplo el desarrollo de software, en este caso es muy usual que los líderes técnicos usen la expresión: «nada sale a producción hasta que sea aprobado por QA». ¿Un poco fuerte no? Sin embargo, gracias a la seguridad y confianza que depositan en el equipo de calidad es posible que errores (por mínimos que parezcan) no lleguen hasta el usuario final, garantizando una experiencia gratificante y un proceso más efectivo.

Si bien, los equipos de QA no pueden garantizar que un 100% del producto esté libre de errores, si pueden afirmar que un porcentaje altísimo se encuentra en excelentes condiciones para ser entregado al usuario final.

Seguramente te has preguntado cómo es el proceso de construcción de un coche autónomo para que sea seguro, o qué tan filtrada y pasteurizada es la leche que tomas y no te haga daño, o cómo hacen los aviones para que sus sistemas no fallen y haya un accidente aéreo. Todas estas preguntas pueden resueltas por el equipo de calidad de las compañías que fabrican esos coches, producen la leche que tomas o programan los sistemas informáticos de los aviones. Todas estas empresas tienen en común la realización de pruebas para asegurar la calidad en sus productos y servicios.

Finalmente quiero invitarte a que siempre que compres un producto nuevo, uses una app que hayas acabado de instalar o tomes un vaso de leche de muy buen sabor. Recuerdes que antes de llegar a tus manos tuvo que ser aprobado por el equipo de calidad.